sábado, 11 de mayo de 2013

Guatemala: Ríos Montt condenado, pero faltan más

El presidente Otto Pérez Molina debe ser también juzgado en un tribunal del sistema judicial de la República de Guatemala, para que dé cuentas de lo que hizo durante la guerra civil en el país centroamericano. Efraín Ríos Montt le tiene apartada una celda a la par de la suya.

Rafael Cuevas Molina/Presidente AUNA-Costa Rica

La expresión de Ríos Montt luego de escuchar su sentencia por genocidio y crímenes de lesa humanidad. El fallo constituye un hito en la historia de América Latina.
La noticia ya ha dado la vuelta al mundo, Ríos Montt ha sido condenado por genocidio y crímenes de lesa humanidad en Guatemala. Se ha hecho justicia, aunque ha costado mucho llegar a ella. La sociedad guatemalteca, tan polarizada, está conmocionada, exaltada, asombrada.

Una vez atrapado el carnicero mayor, sin embargo, debe llamarse a cuentas a los demás que estuvieron implicados en los crímenes atroces que se llevaron a cabo en la década de los ochenta. Uno de ellos, según pruebas que lo demuestran fehacientemente, es el actual presidente de Guatemala, el general retirado Otto Pérez Molina, que con el alias de Tito dirigió operaciones de contrainsurgencia en el área ixil.

El general Pérez Molina tiene vocación represiva. Persiguió hasta la muerte a los ixiles y hoy mismo sigue, en su mandato presidencial, reprimiendo al movimiento popular que reclama un desarrollo sustentable, libre de  megaminería y con justicia social.

Otto Pérez Molina no ha escarmentado. Su modus operandi sigue siendo, en esencia, el mismo, solo detenido por las nuevas circunstancias que  no le permiten desencadenar, como hace 30 años, el terror indiscriminado.

Tratando de cubrirse las espaldas, ha declarado en repetidas oportunidades que en Guatemala no hubo genocidio, a contrapelo de todas las pruebas que se presentaban en los tribunales de justicia.

Otto Pérez no está ni lejanamente arrepentido de lo que hizo en el pasado; todo lo contrario, al repetir hoy los métodos represivos que antes usó, reafirma su vocación criminal.

Por todo ello, Otto Pérez Molina debe ser también juzgado en un tribunal del sistema judicial de la República de Guatemala, para que dé cuentas de lo que hizo.

Efraín Ríos Montt le tiene apartada una celda a la par de la suya.

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