sábado, 6 de abril de 2013

Malvinización y desmentirización

Argentina, desde siempre, ha reclamado su derecho soberano sobre las islas y hoy ha recibido el apoyo unánime de América Latina. Ubicar dicho conflicto en un plano global involucra a todos los pueblos y países del planeta porque es expresión del objetivo supremo de toda la humanidad de búsqueda de la paz y la armonía sobre la base del respeto a las normas más elementales del derecho internacional.

Sergio Rodríguez Gelfenstein / Especial para Con Nuestra América
Desde Caracas, Venezuela.

Con este título fue recientemente publicado un libro en Argentina en conmemoración del 180 Aniversario de la ocupación británica de las islas Malvinas. La obra, que se propone ser “un aporte económico, político y cultural en el marco de la patria Grande” fue impreso por Ediciones Fabro y cuenta con prólogo  de Julián Andrés Domínguez, presidente de la Cámara de Diputados del hermano país austral. La introducción fue elaborada por Fernando del Corro, profesor de la Universidad de Buenos Aires quien actuó como compilador de los textos que fueron encargados a académicos de diferentes disciplinas provenientes de Argentina y otros países de la región.

Tuve el honor de ser invitado a participar en este compendio de puntos de vista sobre Malvinas. Al efecto escribí un trabajo que titulé “Las Malvinas en el marco regional y global”. Por la importancia y actualidad del tema, me permito esbozar un resumen del mismo.

Al hacer un bosquejo resumido de la ubicación de Sudamérica  en la nueva  geopolítica internacional expongo que a efectos del tema que estamos estudiando, se debe considerar que Sudamérica como espacio geográfico y geopolítico tiene una serie de características y atraviesa por una situación que, -inmersa en el contexto internacional- aporta elementos de análisis de alta validez a efectos de construir una opinión respecto de la influencia que tienen dichos puntos de vista para observar el trasfondo actual del caso Malvinas. Son ellos:

1. Sudamérica marcha a contrapelo del mundo y en particular de Europa en relación a la manera de enfrentar la crisis económica y financiera global, manteniendo -hasta ahora- grandes niveles de estabilidad democrática y capacidad para encarar la crisis. 

2. América del Sur  es una región libre de armas nucleares. El Tratado para la Prohibición de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe conocido como Tratado de Tlatelolco establece desde 1969 la desnuclearización del territorio de América Latina y el Caribe. 33 Estados de la región han firmado y ratificado dicho acuerdo.

3. América del Sur posee gigantescas reservas de petróleo, gas, agua, oxígeno y biodiversidad. Moniz Bandeira lo expuso sucintamente al decir que “América del Sur es la región que presenta mayor significación geopolítica, en la estrategia de los Estados Unidos, debido a su enorme potencial económico y político”.

4. América y su zona sur como parte de ella es la única región del mundo que tiene costas sobre los dos océanos más importantes del planeta. En momentos en que el eje geopolítico mundial comienza a desplazarse en dirección a Asia colocando al Océano Pacífico por primera vez en la historia como el espacio fundamental en el que se realizará el comercio y considerando la virtual rivalidad que se empieza a vislumbrar en el área Asia-Pacífico por la hegemonía en el orbe, esta característica geográfica cobra vital importancia y se inscribe como asunto de carácter estratégico.

5. América Latina y el Caribe en general y América del Sur en particular han avanzado de manera sostenida y sistemática hacia procesos de integración regionales y subregionales los que, por primera vez en la historia, tienen la peculiaridad  de ser espacios que no cuentan con la presencia, supremacía y predominio de Estados Unidos.

En consideración de todo lo anterior, es previsible que Estados Unidos, Gran Bretaña y las potencias coloniales intenten alterar ese ambiente de armonía que la región ha comenzado a vivir desde inicios de siglo. La necesidad de generar conflictos que justifiquen y argumenten a favor de la presencia de fuerzas militares, la creación de bases operativas de distinta índole e incluso la posibilidad de intervención militar directa ante potenciales situaciones que podrían afectar la estabilidad política de la región están cada vez más presentes.  De esa manera, se puede establecer que la situación colonial de Malvinas es perniciosa para Argentina y para toda América Latina y el Caribe en particular para Sudamérica.

Todo este marco de análisis regional y global nos permite entender las innumerables ventajas que le da a Gran Bretaña la posesión colonial de Malvinas de cara a la confrontación estratégica que se augura para las próximas décadas, en la que participa como principal aliado de Estados Unidos.

Varios puntos de vista llevan a sustentar dicha mirada:

1. Las Malvinas y sus aguas adyacentes poseen gigantescos yacimientos de petróleo y gas que pretenden ser explotados por transnacionales. Este elemento es clave para entender la manera como el Reino Unido se aferra a su posesión colonial incluso violando todos los acuerdos suscritos con Argentina en este ámbito.

2. Las Malvinas y su entorno se han transformado en una gran reserva de alimentos provenientes del mar. En sus cercanías se encuentran significativas posibilidades de pesca de calamar, merluza, krill, algas, moluscos, cetáceos, abadejo y bacalao que ubicados en un contexto de escasez de alimentos en todo el planeta expone otro punto de interés de esta área marítima que como expone Oscar Mastropiero, “es una de las grandes regiones pesqueras de importancia global”.

3. Las Malvinas son una base militar británica que junto a las que el Reino Unido posee en Ascensión, Santa Helena  y Tristan da Cunha, así como las que Estados Unidos arrienda a Portugal desde 1946 en las Islas Azores, constituyen una gigantesca red de control sobre el Atlántico sur en su totalidad.

4. Lo anterior nos lleva a entender que en los actuales momentos en que se desarrollan conflictos bélicos de incalculables consecuencias en el Medio Oriente y el norte de África, la ruta del Atlántico sur, en la que está ubicada las Malvinas cobra extraordinaria vigencia dentro de los planes de Estados Unidos y la OTAN. La gran debilidad que representa la principal ruta marítima de transporte de energéticos que debe transitar desde el golfo Pérsico al Atlántico a través de varios estrechos, eleva la importancia de este océano en su región sur en caso que la inestabilidad y los conflictos bélicos interrumpan el paso por alguno de ellos.
En ese mismo ámbito, la cercanía de las Malvinas con el estrecho de  Magallanes el canal del Beagle y el pasaje de Drake, únicos pasos naturales entre los océanos Pacífico y Atlántico refuerzan la idea de las Malvinas como base militar y naval de incalculable valor y trascendencia.

5. El sistema del Tratado Antártico entró en vigor en junio de 1961, aunque hasta hoy tiene 50 signatarios, sólo 28 países tienen plenos derechos decisorios, algunos de ellos ubicados a una gran distancia de ese territorio del sur del planeta. Esto sólo se explica como expresión de la guerra fría. El tratado vence en 2041 y  aunque su articulado impide las prácticas militares, en particular las explosiones nucleares, el descubrimiento del mayor yacimiento de carbón del mundo, así como de grandes reservas de hierro, antimonio, cromo, oro, molibdeno, uranio y petróleo hacen prever que la voracidad de las potencias los conduzca a intentar romper el equilibrio existente hasta ahora en el continente blanco.  En esa medida, su cercanía de  Malvinas donde Gran Bretaña incluso ha instalado navíos portadores de armas nucleares (que violan el Tratado de Tlatelolco) puede ser considerada a futuro como una medida de fuerza ante posteriores reclamaciones que lleven a la necesidad de negociar un nuevo tratado.

Los argumentos entregados exponen elementos de análisis que intentan hacer un aporte en la idea de refrendar la importancia que tiene para la región y para el mundo el problema de la soberanía de las islas Malvinas. En los datos expuestos subyace la idea de que Gran Bretaña ha entendido tal relevancia y ha decidido mantener una situación colonial que hoy trasciende el origen del conflicto.

Argentina, desde siempre, ha reclamado su derecho soberano sobre las islas y hoy ha recibido el apoyo unánime de América Latina. Ubicar dicho conflicto en un plano global involucra a todos los pueblos y países del planeta porque es expresión del objetivo supremo de toda la humanidad de búsqueda de la paz y la armonía sobre la base del respeto a las normas más elementales del derecho internacional.

No hay comentarios: