sábado, 26 de febrero de 2011

La rebelión de Wisconsin

El mundo árabe tiene algo en común con EE.UU: Sus economías han colapsado y sus clases dominantes están en quiebra. En el caso de EE.UU los riesgos aumentan en la medida en que sus gobernantes siguen jugando a la ruleta con su economía.

Marco A. Gandásegui, h. / ALAI

Los titulares de la prensa mundial derrochan palabras y exclamaciones para destacar el derrocamiento de los gobiernos favorables a EE.UU de Egipto y Túnez. También se refieren a la “represión contra manifestaciones en Libia”. Igualmente, muestran fotos de los “manifestantes bahreiníes”. (Un senador norteamericano se recubrió de su toga y proclamó que EE.UU ¿debía revisar su política de ayuda militar al emirato sede de la V Flota de ese país?) Por otro lado, “el presidente de Yemen promete no renunciar a pesar de las personas muertas en manifestaciones, las protestas se expanden en Marruecos y el presidente Bashir de Sudán no se presentará para otro mandato presidencial”.

En medio de esta difusión espectacular de la "revolución" de los pueblos árabes, ha aparecido otra fuente de protestas y manifestaciones. Sin embargo, los medios de comunicación han sido muy parcos y cuidadosos en dar a conocer detalles sobre sus protagonistas. Se trata de los trabajadores de EE.UU que en diferentes escenarios, ciudades y centros de producción han comenzado a rebelarse. La crisis económica de EE.UU ha golpeado a sus propios trabajadores, quienes han quedado desempleados (10 por ciento de la fuerza laboral) y sin vivienda (3 millones de familias han perdido sus hogares). Las protestas y manifestaciones populares en los estados norteamericanos de Wisconsin, Minnesota y Ohio están generando preocupación entre los políticos y analistas nortemaericanos. Son estados industriales que han sido golpeados por la crisis económica en forma especial. La sobreproducción (o en otras palabras, el subconsumo) de la economía norteamericana está creando serias dudas sobre la capacidad que tiene ese país para salir de la recesión a mediano plazo, mucho menos a corto plazo. LEA EL ARTICULO COMPLETO...

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