lunes, 27 de diciembre de 2010

Llegó un tiempo oportuno para Palestina

“La injusticia impuesta al pueblo palestino, es decir, la ocupación israelí, es un mal al que hay que resistir. Es un mal y un pecado que hay que resistir y que hace falta apartar. Esta responsabilidad incumbe ante todo a los mismos palestinos que se encuentran bajo la ocupación. El amor cristiano llama a resistir a la ocupación, pero el amor pone fin al mal tomando las sendas de la justicia.” (Documento Kairós Palestina).
Pablo Richard / Especial para CON NUESTRA AMÉRICA
Introducción
Este artículo está dividido en cuatro partes
En las dos primeras presentamos los textos más significativos de dos documentos:
- Documento Kairós Palestina (11 de diciembre del año 2009)
- Mensaje al Pueblo de Dios del Sínodo de Obispos para Oriente Medio (ciudad del vaticano, sábado, 23 de octubre de 2010).
Tercera Parte: dos preguntas
- ¿Tiene el Estado de Israel realmente una identidad judía?
- ¿Hay una ruptura entre el Pueblo Judío y el Estado de Israel?
Buscamos una respuesta en la historia del Pueblo Judío en la Biblia Hebrea.
Cuarta parte: signos de una misma esperanza
- Teología Palestina de Liberación: Naim Stifan Ateek
- Teología Judía de Liberación: Marc H. Ellis
Primera parte
Documento Kairós Palestina (11 de diciembre del año 2009)
Un momento de verdad: Una palabra de fe, de esperanza y de amor, desde el corazón del sufrimiento palestino.
1. La realidad:
Jerusalén es el corazón de nuestra realidad. Ella es al mismo tiempo símbolo de paz y signo de conflicto. Después de que el “muro” ha erigido una separación entre los barrios palestinos de la ciudad, las autoridades israelíes no cesan de vaciarla de sus habitantes palestinos, cristianos y musulmanes. Sus carnés de identidad les son retirados, es decir, su derecho de vivir en Jerusalén. Sus casas son demolidas o confiscadas. Jerusalén, ciudad de la reconciliación se ha convertido en la ciudad de la discriminación y la exclusión, y por ello fuente de conflicto en lugar de ser fuente de paz.”
2. Una palabra de fe:
“Dios ha enviado a esta tierra a los patriarcas, a los profetas y a los apóstoles portadores de un mensaje universal. Hoy existimos aquí tres religiones: judía, cristiana y musulmana. Nuestra tierra es tierra de Dios como lo es en cada país del mundo. Ella es santa por la presencia de Él en ella, el Único Santísimo y Santificador. Es nuestro deber, para nosotros que la habitamos, el respetar la voluntad de Dios sobre ella y de liberarla del mal de la guerra que está en ella”. LEA EL ARTÍCULO COMPLETO...

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