sábado, 22 de marzo de 2014

Lo primero es no hacer daño: Los experimentos con enfermedades de transmisión sexual realizados por los EE.UU. en Guatemala

En la década de 1940, por lo menos 5,128 personas en situación de vulnerabilidad fueron víctimas de experimentos sobre enfermedades transmisión sexual, incluyendo niños, huérfanos, niñas y adultas dedicadas a la prostitución, indígenas guatemaltecos, enfermos de lepra, enfermos mentales, prisioneros y soldados.

American Journal of Public Health 

Infografía de Angel García para el diario Prensa Libre.
Lo primero es no hacer daño es un artículo escrito por Michael A. Rodríguez y Robert García, que examina las prácticas y procedimientos poco éticos realizados por el gobierno de los EE.UU. durante la década de los cuarenta, cuando médicos de Estados Unidos e investigadores médicos infectaron a personas en situación de vulnerabilidad con bacterias que causan enfermedades de transmisión sexual, sin su consentimiento informado. Esta semana, los autores conversaron con AJPH Talks sobre las consecuencias y los resultados de dichos experimentos.

P: ¿Pueden describir los experimentos sobre ETS realizados en Guatemala?

Rodríguez y García: Comenzando en 1946, investigadores del Servicio de Salud Pública de EE.UU., financiados por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), realizaron experimentos inmorales, poco éticos e ilegales en Guatemala, infectando a personas con bacterias que causan enfermedades de transmisión sexual, sin el consentimiento informado de las víctimas. Hasta el día de hoy, el gobierno de los EE.UU. no ha ofrecido tratamiento médico o compensación económica alguna a las víctimas de los experimentos.

P: ¿Quién resultó afectado?

Rodríguez y García:  Por lo menos 5,128 personas en situación de vulnerabilidad fueron víctimas de experimentos sobre enfermedades transmisión sexual, incluyendo niños, huérfanos, niñas y adultas dedicadas a la prostitución, indígenas guatemaltecos, enfermos de lepra, enfermos mentales, prisioneros y soldados. Funcionarios de dependencias de salud infectaron intencionalmente a por lo menos 1,308 de estas personas con sífilis, gonorrea y chancroide y llevaron a cabo pruebas serológicas en otros.

El Dr. John Cutler, quien más tarde fue responsable de los experimentos de Tuskegee que dejaron a hombres afroamericanos sin tratamiento médico para la sífilis durante décadas, condujo los experimentos de transmisión sexual en Guatemala. Los funcionarios estadounidenses trabajaron con el consentimiento de las autoridades guatemaltecas – lo cual no es una excusa los hechos.

P: ¿Cómo se realizaron los experimentos?

Rodríguez y García: Los experimentos no se llevaron a cabo en un entorno clínico estéril en el cual las bacterias que causan enfermedades de transmisión sexual se administraran en forma de vacuna por pinchazo o por medio de pastillas de toma vía oral. Los investigadores violaron sistemática y repetidamente a personas en profunda situación de vulnerabilidad, algunas de las cuales se encontraban en condiciones sumamente tristes y desesperadas, agravando su sufrimiento de manera muy lamentable.

Por ejemplo, Cutler infectó a Bertha, una paciente del sexo femenino en un hospital psiquiátrico, inyectándola en el brazo izquierdo con sífilis. Unos meses después, Cutler colocó pus de gonorrea de un sujeto masculino en ambos ojos, la uretra y el recto de Bertha y la volvió a infectar con sífilis. Varios días después, sus ojos se llenaron de pus y sangraba por la uretra. Murió a los pocos días .

Tales acciones constituyen delitos como violación, agresión, ataque y conspiración.  También son crímenes de lesa humanidad. Las acciones violan los principios del Código de Nuremberg, establecido por los EE.UU. en virtud del derecho internacional para juzgar, condenar y ejecutar  a médicos nazis en 1947 y 1948 – , al mismo tiempo que el gobierno de los EE.UU. llevaba a cabo los experimentos en Guatemala.

P: ¿Por qué  gobierno de los EE. UU. (a través del NIH) respaldó este método de investigación?

Rodríguez y García: Las investigaciones sobre las ETS comenzaron con presos en los EE.UU. pero los investigadores no lograban causar infecciones de manera consistente. La explicación para trasladar los experimentos a Guatemala fue que la prostitución era legal en este país, como también lo era en París, Francia.

Un informe publicado por el gobierno de Guatemala concluye que los experimentos con ETS   son crímenes contra la humanidad y estuvieron plagados de racismo y de discriminación. Los informes elaborados por los Estados Unidos no cuestionan la discriminación o la legalidad de los experimentos bajo sus propias leyes o la legislación internacional. Los funcionarios de Estados Unidos y las élites de Guatemala cometieron actos de discriminación contra el pueblo guatemalteco, especialmente contra personas indígenas y no indígenas de clase baja. La discriminación es un factor agravante e inaceptable en dichos experimentos.

P : ¿Qué se ha hecho en la actualidad para reparar el daño a las víctimas?

Rodríguez y García: Nada. Las víctimas fueron infectadas de manera intencional y no han recibido tratamiento médico o compensación alguna hasta el día de hoy. Los experimentos permanecieron en secreto hasta 2010. Cuando salieron a la luz, el presidente Barack Obama ofreció una disculpa al presidente de Guatemala.

En comparación, las víctimas de Tuskegee ya estaban infectadas, pero no recibieron tratamiento médico o compensación desde la década de los treinta hasta los años setenta, cuando una demanda, los ciudadanos organizados y la atención de los medios de comunicación lograron la reparación del daño. A las víctimas guatemaltecas se les debe ofrecer una estructura de compensaciones económicas como la de Tuskegee (con diferentes tipos de indemnización para cada víctima viva, dependiente sobreviviente y herederos de víctimas fallecidas).

Abogados de derechos humanos presentaron una demanda colectiva en nombre de las víctimas guatemaltecas y sus sobrevivientes. El tribunal federal de distrito rechazó la demanda por motivos técnicos relacionados con la inmunidad soberana – en otras palabras, EE.UU. no aceptó ser demandado. El tribunal declaró que las víctimas podían obtener una reparación del daño por parte del Congreso y el Presidente. A la fecha no han hecho nada.

P: ¿Cuáles son los siguientes pasos que el gobierno de los EE.UU. debe dar para ayudar a rectificar esta terrible experiencia y para asegurar que esto no vuelva a suceder?

Rodríguez y García: El gobierno de EE.UU. debe brindar tratamiento médico e indemnizar a las víctimas. Fundaciones que trabajan en temas de derechos humanos y salud deberían actuar para proporcionar recursos para las víctimas, como lo hacen en otras situaciones cuando el gobierno falla.

Es fundamental adoptar reformas legales y éticas para proteger a las personas de experimentos humanos inapropiados, renunciar a la inmunidad soberana cuando se realice investigación en humanos con fondos federales en los Estados Unidos y en el extranjero, garantizar que se apliquen protecciones paralelas a las investigaciones cuando se realizan con financiamiento privado y respetar la autonomía e igualdad para todos. Los programas educativos en los Estados Unidos deben estudiar los experimentos de Guatemala a la luz del derecho nacional e internacional. Los argumentos éticos y morales no son suficientes para disuadir malas prácticas. Aunque dos informes estadounidenses han recomendado algunas reformas en la formación ética, dichas recomendaciones aún no se han implementado.

El gobierno de EE.UU. debe publicar los informes del gobierno de Guatemala en inglés para garantizar que la voz del pueblo guatemalteco sea escuchada.

Los tribunales internacionales deben ofrecer ayuda a las víctimas a fin de que el gobierno de los EE.UU. no actúe con impunidad cuando participa en experimentos poco éticos, inmorales o ilegales en los que se violentan los derechos humanos.

P: ¿Dónde podemos obtener más información acerca de esta situación?

Rodríguez y García: Para obtener más información acerca de los experimentos con ETS  Guatemala, favor de visitar el sitio web de The City Project:
Referencia: Michael A. Rodríguez y Robert García.  First, Do No Harm: The US Sexually Transmitted Disease Experiments in Guatemala (Lo primero es no hacer daño: Los experimentos con enfermedades de transmisión sexual realizados por los EE.UU. en Guatemala). American Journal of Public Health: Diciembre 2013, Vol. 103, No. 12, pp. 2122-2126. Siga este enlace para descargar el artículo en inglés. Siga este enlace para descargar el artículo en español. Translation / traducción Border Philanthropy Partnership / Alianza Fronteriza de Filantropía.

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