sábado, 1 de marzo de 2014

Buscar y construir la paz: Carta Pastoral de la Unión Evangélica Pentecostal Venezolana

1. EN NOMBRE DEL DIOS DE  JUSTICIA Y  PAZ EN QUIEN CREEMOS PEDIMOS, ROGAMOS,  EXIGIMOS  EL CESE INMEDIATO DE TODA FORMA DE VIOLENCIA EN VENEZUELA

La Unión Evangélica Pentecostal Venezolana, sus iglesias,  pastores, pastoras, obispos y obispas, en hermandad con las Iglesias Cristianas Discípulos de Cristo y la Iglesia Unida de Cristo de los Estados Unidos y Canadá, en nombre del Dios de la Paz y la Vida en quien creemos pedimos, rogamos,  exigimos  el cese inmediato de toda forma de violencia en Venezuela, repudiamos el llamado que ha hecho Leopoldo López y María Corina Machado a ejercer  violencia y desestabilización en nuestro país irrespetando con esto  las instituciones democráticas, las leyes y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, ya que con esta incitación al odio y  la violencia ha llevado a sus seguidores y activistas a cometer actos graves contra nuestro pueblo con un trágico saldo de varias muertes, centenar de personas  heridas,  bienes públicos que están al servicio pueblo destruidos, niños y niñas hospitalizados, transporte público destruido.

Desde el mismo momento en que el Consejo Nacional Electoral venezolano diera a conocer los resultados de los comicios electorales del 08 de diciembre de 2013 en el cual la gran mayoría del pueblo venezolano votara y eligiera 255 alcaldías bolivarianas contra 75 alcaldías ganadas por la oposición, sectores opositores abandonan la vía democrática y electoral para usar la violencia en las calles como arma política para  tumbar al gobierno que el mismo pueblo eligió legítimamente en abril próximo pasado.

Como  agentes de fe  nuestra  misión es mostrar al mundo la gracia de Dios que salva, por eso  rechazamos rotundamente el proyecto de guerra y violencia que están orquestando en Venezuela sectores minoritarios que con la ayuda de fuerzas foráneas quieren incendiar el país propiciando una guerra fratricida.

En nombre de ese Dios de paz en el que creemos instamos a quienes proponen la violencia y la guerra como arma de lucha a  escuchar  las voces que se levantan por todas partes oponiéndose a  la  violencia porque la guerra  no garantiza el bien ni la seguridad para ninguna persona o nación;  la violencia sólo siembra horror, miseria y la destrucción de todo lo creado;  la violencia  está en contra del gran proyecto de Dios  que es Vida abundante para todos y todas, justicia, paz e integridad de la creación.

Ante estos hechos graves, hacemos un llamado a nuestras iglesias, a nuestros liderazgos, al cristianismo en Venezuela y al pueblo en general a no dejarse persuadir por esta instigación a la violencia y al odio. Por el contrario, invoquemos con la fuerza del Espíritu Santo de Dios las enseñanzas de paz del Jesús de Nazareth “BIENAVENTURADOS LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ, PORQUE ELLOS SERÁN LLAMADOS HIJOS DE DIOS” (Mateo 5:9. BDJ).

2. LA PAZ Y LA RECONCILIACION: UN GEMIDO, UN CLAMOR, UN GRITO QUE SALE DE LO PROFUNDO DEL ALMA DE NUESTRO PUEBLO.

El Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros,  ha convocado las voluntades y fuerzas vivas de este país, particularmente a los sectores cristianos,  para colaborar y trabajar en unidad a favor de la paz, a través del Movimiento por la Vida y por la Paz,  una nueva misión social se está proponiendo desde los sectores cristianos ecuménicos y en dialogo con el gobierno  llamada Misión Evangelio Adentro que ayude en la construcción de la paz tan anhelada en nuestro pueblo. Vaya nuestro apoyo, consideración y respeto al Presidente Nicolás Maduro, y nuestra firme intención de seguir aportando con nuestros comprometidos esfuerzos, con nuestras oraciones, y con nuestra espiritualidad liberadora, al fortalecimiento de esa estrategia articulada por la paz que su  gobierno de calle junto al pueblo está  desarrollando.

3. IGLESIAS  CONSTRUCTORAS DE LA PAZ

Felicitamos a aquellas iglesias pentecostales que salieron con sus miembros en medio de tanta violencia incitada a recoger escombros, a limpiar calles, a solidarizarse con quienes han sufrido esa violencia y dieron ejemplo de pacificación reafirmando con este gesto que la paz y reconciliación es posible.

Acompañamos en oración a la obispa Elida Quevedo de la Unión Evangélica Pentecostal Venezolana, que en medio de tanta tensión, se movilizó hasta Caracas para participar en una marcha de mujeres por la paz y dirigirse a la nación desde el palacio de Miraflores para hacer un llamando a la pacificación del país desde los cristianos y cristianas que afirman la paz y la vida.

En ese sentido hacemos un llamado a la dirigencia de la UEPV, a las iglesias a que convirtamos nuestros templos en santuarios de paz, y convocamos también a todo este pueblo venezolano a pensar en la PAZ como la bienaventuranza que Jesús prometió. Busquemos todos y todas esa PAZ, construyéndola desde el reconocimiento y el respeto mutuo en la diversidad, la inclusividad social, la democracia, la participación corresponsable, el respeto a la Constitución, las leyes  y la institucionalidad venezolana, la justicia, el amor, la solidaridad. 

También hacemos  un llamado a nuestras iglesias hermanas y al movimiento ecuménico a valorar los signos de vida y esperanza que se manifiestan en la actual coyuntura venezolana, los cuales se identifican con el espíritu liberador y transformador del evangelio, y les invitamos a sumarse  creativa y proféticamente,  asumiendo una participación evangélica y un acompañamiento pastoral consecuente con los postulados bíblicos y la herencia histórico-evangélica de la que provenimos.

“Que  Jehová nos bendiga  desde su lugar santo, para que podamos ver el bien de nuestra nación, para que tengamos larga vida y haya paz sobre nosotros” (Salmo 128:5-6)

Obispo. Gamaliel Lugo, Obispo General Nacional UEPV                                       

Obispo. Eseario Sosa Rodríguez , Obispo General Nacional adjunto UEPV

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