sábado, 28 de enero de 2012

Guatemala: El destino ha alcanzado a Efraín Ríos Montt

El exgeneral guatemalteco Efraín Ríos Montt deberá enfrentar un proceso penal por una acusación de genocidio perpetrado durante su gobierno en los años 1980. Ante el emplazamiento de la justicia, el represor y antiguo hombre fuerte de la guerra de contrainsurgencia, se refugió en el silencio…

Rafael Cuevas Molina / Presidente AUNA-Costa Rica

rafaelcuevasmolina@hotmail.com

Sentado en el banquillo de los acusados, con el pelo cano y sus más de 80 años a cuestas, el exgeneral Efraín Ríos Montt podría haber pasado por un anciano inofensivo la mañana del pasado jueves 26 de enero de 2012.

Se encontraba, sin embargo, ante un tribunal que le había requerido para que respondiera ante la justicia por acusaciones que pesan contra él, y que lo sindican de haber cometido actos de lesa humanidad a principios de los años 80 cuando, siendo presidente de facto de Guatemala, el ejército que comandaba impulsó la política de tierra arrasada en el altiplano occidental de Guatemala, especialmente en la zona conocida como el Triángulo Ixil, en donde miles de indígenas de la etnia maya-quiché fueron asesinados, desplazados de sus lugares de origen, secuestrados, violados y, en general, vejados impunemente.

El exgeneral Ríos Montt no fue el único. Hace pocos días se intentó iniciar juicio por cargos similares a otro exgeneral, Oscar Mejía Víctores, pero a través de estratagemas que pusieron como excusa su salud logró evadirlo.

Hay más, pues la lista es larga. Entre los que participaron de forma activa en la atroz guerra fratricida está el actual presidente de la república de Guatemala, Otto Pérez Molina, quien aun no ha sido requerido por los tribunales. Recuérdese, sin embargo, que Ríos Montt logró evadir la justicia por más de 10 años pues la inmunidad de la que gozaba por ser diputado lo cobijaba, así que no sería extraño que dentro de algunos años viéramos también a Pérez Molina en el mismo trance que su colega.

Guerra mediática: La muerte como mensaje

Está en curso una nueva ofensiva política y mediática, orquestada desde Miami y Madrid, que hace de Cuba y Venezuela sus blancos principales. El mensaje central es uno, sencillo pero macabro: convocar la muerte de los principales líderes de esos procesos políticos.

Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica

(Fotografía: publicación del diario ABC de España sobre la salud del presidente Chávez)

En América Latina, la tradicional alianza entre los poderes político y económico con las grandes empresas de la comunicación, fortalecida por el festín de las privatizaciones neoliberales, la apropiación de concesiones de frecuencias de radio y televisión, y una concentración de la propiedad de los medios sin precedentes, derivó en la consolidación de un actor de primer orden en nuestros sistemas políticos: el poder mediático.

Tratándose de un poder fáctico, es decir, que se ejerce al margen de las instituciones y procedimientos democráticos, y que además dispone de una enorme capacidad de influencia en la formación y movilización de la llamada opinión pública, no sorprende que los medios de comunicación se hayan convertido en la principal arma de batalla de las derechas, especialmente allí donde el ascenso popular, la resistencia social y el triunfo electoral de fuerzas políticas de izquierda debilitan el entramado de la dominación en nuestra América.

En esta guerra mediática emprendida contra líderes políticos y gobiernos latinoamericanos, en particular aquellos que intentan romper –con más o menos radicalidad- con el sistema neoliberal y neocolonial, está en curso una nueva ofensiva, orquestada desde Miami y Madrid, que hace de Cuba y Venezuela sus blancos principales. El mensaje central es uno, sencillo pero macabro: convocar la muerte de los principales líderes de esos procesos políticos.

Cuba en el corazón

Cuba ha vivido con severas limitaciones durante los 53 años de su revolución. Errores de conducción de la dirigencia cubana explican estas limitaciones. Pero me parece un análisis ideologizado soslayar que esas dificultades proceden sustancialmente del bloqueo terrible al que ha sido sometida la isla desde Washington.

Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América

Desde Puebla, México

Año nuevo en La Habana. Momentos después de las doce de la noche del 31 de diciembre de 2011 y luego de abrazar a mis seres queridos, he salido al portal de la vetusta casa que habita mi familia política en el barrio de Luyanó. La gente del barrio también ha salido a los portales y balcones de las casas decrépitas que recuerdan una belleza ya ida. Algunos tiran cubetadas de agua hacia la calle para espantar a los malos espíritus y para que el año nuevo sea propicio. La música de salsa retumba en todo el vecindario, mientras es posible escuchar los 21 cañonazos con los cuales se saluda al nuevo año desde la Fortaleza de La Cabaña. Los barcos en el puerto de La Habana, relativamente cercano al populoso barrio en donde he pasado los últimos días, suenan sus sirenas dándole a la noche un paradójico aire melancólico porque contrasta con la algarabía que hacen los ruidosos habitantes del lugar. En las puertas de alguna de las casas de la calzada de Luyanó en donde me encuentro, veo que hay una pequeña fogata en la que se incendia todo aquello que se quiere desechar del año que ya se fue. Año nuevo en Luyanó, barrio ancestral de mi familia en Cuba, junto con Regla uno de los dos “barrios rojos” desde antes de la revolución de 1959. Zona de influencia política del que fuera el partido comunista de Cuba, el Partido Socialista Popular. No podía ser de otra manera. Luyanó y Regla fueron barrios de estibadores y obreros portuarios, parte importante de la clase obrera cubana durante la primera mitad del siglo XX.

España: La revancha del odio

El juicio del sistema español posfranquista, fundado en la complicidad y el olvido de los crímenes de la dictadura, en contra del juez Baltazar Garzón es una gran fantochada, la defensa de uno de los regímenes más desprestigiados de la historia moderna.

Luis Bruschtein / Página12 (Argentina)

El caudillo Francisco Franco murió a fines de 1975, cuando en la Argentina se veía venir la sombra de la dictadura. La salida del franquismo se hizo sobre la base de la amnistía de los crímenes cometidos por el régimen, como quiso hacer aquí la dictadura en 1982. En España se realiza ahora un juicio vergonzoso contra el juez Baltasar Garzón, el hombre que reivindicó para la Argentina, Chile y España la primacía de la justicia sobre la impunidad de los dictadores. Son caminos paralelos sobre un mismo tema y hasta resultan llamativos los parentescos de protagonistas entre cierto republicanismo conservador que en la Argentina respaldó a la dictadura y luego obstaculizó los juicios, y los fascistas españoles. O los políticos democráticos de uno y otro lado que (por necesidad o convicción) negociaron o tuvieron que negociar amnistías y luego se enfurecieron con otros políticos y juristas más democráticos que las abolieron.

Manos Limpias (versión española), la organización que aparece denunciando a Garzón, aduce virginalmente que su principal campo de actividad es la lucha contra la corrupción, pero todas sus querellas han sido presentadas exclusivamente en contra de políticos socialistas o nacionalistas catalanes y vascos. Manos Limpias quiere favorecerse con el prestigio que tuvieron en Italia los jueces que llevaron adelante Mani Puliti, pero usan la lucha contra la corrupción para desprestigiar a políticos que no piensan como ellos. Cualquier parecido con los denunciadores profesionales argentinos es pura casualidad. Manos Limpias es uno de los dos acusadores del juez español Baltasar Garzón que impulsó el juicio contra Pinochet y contra los represores argentinos cuando aquí y en Chile no querían hacerlos. Abrió de esa manera una luz para la justicia y aliento de esperanza para los familiares de las víctimas.

América Latina en Malvinas

Los tiempos han cambiado. La causa anticolonial de Malvinas ya no es un asunto meramente argentino. América Latina cierra filas.

José Steinsleger / LA JORNADA

(Fotografía: el primer ministro David Cameron olvidó la historia del imperio británico y acusó a Argentina de tener pretensiones "colonialistas" sobre las islas Malvinas).

En la primera mitad del siglo XIX, el Banco de Inglaterra (fundado por el pirata William Paterson) respaldó al imperio esclavista de Brasil, urdió la balcanización de las Provincias Unidas del Río de la Plata, y junto con Washington conspiró contra la Federación Morazánica y la Gran Colombia bolivariana. Y en la segunda mitad, financió la guerra de la Triple Alianza contra Paraguay, y el militarismo chileno que en la del Pacífico despojó a Perú de territorios sureños y dejó a Bolivia sin mar.

Minimizando el colonialismo en el Caribe, Asia, África y Medio Oriente, los cipayos leen la historia de Inglaterra como dechado de “civilización” versus “barbarie”, cuando no ha sido más que fábrica de historiadores sicofantes y pensadores que abominan “… todo lo que no es inglés y pensando que los demás pueblos sólo pueden ser felices si adquieren sus instituciones, las costumbres, las maneras que a ellos los hacen felices…” (Eça de Queirós, 1882).

V.gr.: luego de la derrota militar en las islas Malvinas (1982), el historiador Jorge Abelardo Ramos recordó las palabras burlonas de Margaret Thatcher al decir que “… habría sido la lucha de la ‘democracia inglesa’ contra la ‘dictadura argentina’”. Lo irónico, concluye Ramos, no radicaba tanto en la proverbial hipocresía británica, sino en la de ciertos intelectuales y políticos que, a raíz del infausto desenlace bélico, descubrieron el terrorismo de Estado que venían solapando desde 1976, y mucho más letal que el patético gobierno constitucional de “Isabel” Perón.

El papel geoestratégico de Brasil en la multipolaridad

El México neoliberal panista apostó alocadamente en EU, hoy en decadencia, mientras Brasil lo hizo audazmente con China, gran triunfadora de la globalización económica. No se trata de personas, sino de decisiones geoestratégicas trascendentales.

Alfredo Jalife-Rahme / LA JORNADA

El México neoliberal panista causó un enorme daño al haberse clavado insensatamente, sin brújula geoestratégica, a la unipolaridad y, peor aún, a la estadunización de su claudicante política exterior (ver Bajo la Lupa, 18/1/12).

Fue clave para su despegue geoestratégico en la primavera de 2003 la rebeldía de Brasil a la invasión de la dupla anglosajona a Irak, que resultó un fracaso militar, geoenergético, económico y financiero, no se diga ético y estético (v. gr. torturas barbáricas de la cárcel de Abu Ghraib en Bagdad).

Las consecuencias de la derrota militar de Estados Unidos (EU) se notaron en la primavera siguiente (2004), cuando se generó la denominada “ecuación del barómetro del nuevo orden multipolar”: la relación inversamente proporcional entre la devaluación del dólar y el ascenso irresistible del binomio petróleo-oro (que lleva implícito el aumento de la plata), la cual, ocho años más tarde, se ha consolidado ante la gravedad de la crisis de la desregulada globalización financierista neoliberal a los dos lados del Atlántico.

Ecuador: Eloy Alfaro y América Latina

La visión y la identidad con América Latina es lo que Ecuador rememora en el Centenario de la muerte de Eloy Alfaro, ocurrida el 28 de enero de 1912.

Juan J. Paz y Miño Cepeda / El Telégrafo

Durante el siglo XIX la lucha política en América Latina confrontó a liberales y conservadores. En países como Ecuador, México y Colombia esa lucha fue radical y profunda. Pero mientras en México, los principios liberales lograron éxito desde mediados del siglo XIX, en Ecuador solo se conquistaron plenamente desde la revolución de 1895, mientras en Colombia el bipartidismo se prolongó largamente, incluso sobre el siglo XX.

Los liberales ecuatorianos se consideraron herederos de los valores e ideales de la época independentista. Pero, a raíz de la fundación de la república (1830) no lograron implantar su sistema político, pues los conservadores mantuvieron la hegemonía en el Estado, a pesar de los temporales períodos en que los liberales accedieron al control del Ejecutivo.

A fines del siglo XIX, el líder indiscutible del liberalismo radical ecuatoriano era Eloy Alfaro Delgado (1842-1912). Para 1895 su tenacidad revolucionaria y su vida consecuente con el liberalismo le habían ganado fama nacional e internacional.

Venezuela: Los Derechos Humanos y la soberanía

Si los fallos de cortes extranjeras que violen nuestro ordenamiento no son aplicables, no tenemos que empezar por someternos a sus veredictos. Debemos denunciar los tratados que aparentemente nos sujetan a ellos, y cortar por lo sano retirándonos del sistema Interamericano de la OEA, que hasta el presente ha servido fundamentalmente para convalidar dictaduras de derecha y legitimar intervenciones imperiales.

Luis Britto García / http://luisbrittogarcia.blogspot.com/

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Tardíamente llegamos en Venezuela a la investigación de las masivas violaciones de Derechos Humanos cometidas por la represión entre 1958 y 1998. En Argentina la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas, presidida por Ernesto Sábato, verificó 8.960 víctimas fatales de las dictaduras. En Chile la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación , contabilizó en su Informe Rettig que 2.279 personas fueron asesinadas por causas políticas entre 1973 y 1990. En Venezuela ha sido imposible hacer un conteo similar de nuestras bajas, que podrían llegar a diez mil. El artículo 143 de la Constitución Bolivariana garantiza a los ciudadanos el “acceso a los archivos y registros administrativos, sin perjuicio de los límites aceptables dentro de una sociedad democrática en materias relativas a seguridad interior y exterior, a investigación criminal y a la intimidad de la vida privada”. Pero los expedientes de cuerpos represivos y tribunales permanecen sellados, hasta para víctimas o deudos. Sobre esas décadas de resistencia popular perduran innumerables testimonios aislados. No existe una obra general y pormenorizada sobre el tema, salvo la monumental La lucha Social y la lucha armada en Venezuela 1958-1998 , de Elia Oliveros, cuya edición se retrasa inexplicablemente. La reciente promulgación de la Ley contra el Olvido es un paso gigantesco para el triunfo de la memoria histórica y de la justicia. Pues urge que Venezuela recupere la soberana potestad de investigar y juzgar violaciones contra los Derechos Humanos y crímenes de lesa humanidad, antes de que las potencias imperiales la confisquen para usarla contra nosotros.

Izquierda social e izquierda política

Las estrategias para cambiar el mundo deben partir, a mi modo de ver, de la creación de espacios para que los diferentes abajos, o izquierdas, se conozcan, encuentren formas de comunicarse y de hacer, y establezcan lazos de confianza.

Raúl Zibechi / LA JORNADA

La profundización de las diversas crisis y la emergencia de nuevos movimientos están promoviendo un debate sobre el papel de la izquierda en los cambios posibles y deseables. Muchos apuestan a una profunda renovación o a la unidad como forma de encontrar un norte que permita quebrar la hegemonía del sector financiero.

En general, los debates apuntan al papel de la izquierda política, o sea los partidos que se proclaman de izquierda. Superar las divisiones históricas, supuestamente alimentadas por diferencias ideológicas, sería un paso decisivo para ir más allá de la situación actual. La unidad entre las tres grandes corrientes, socialistas o socialdemócratas, comunistas y anarquistas o radicales, sería un paso imprescindible para que este sector esté en condiciones de jugar un papel decisivo en la superación de la crisis actual.

La experiencia histórica dice, sin embargo, otra cosa. La primera es que los partidos de izquierda no se unen si no existe un poderoso movimiento desde abajo que les imponga una agenda común. Quiero decir que los partidos de izquierda dependen del estado de ánimo y la disposición, para resistir o para acomodarse al sistema, de los trabajadores. Para la gente común los debates ideológicos son cosa de poca importancia.

Intercambio ecológico desigual

La principal consecuencia económica del intercambio ecológicamente desigual es el ritmo demasiado intenso de explotación de los recursos naturales, que se expresa en la necesidad estructural de los países pobres de incrementar, en forma constante, su producción de materias primas, para obtener mayores recursos monetarios o, incluso, mantener los que reciben siempre.

Fander Falconí* / El Telégrafo (Ecuador)

Ocurre ahora. En los mercados internacionales de recursos primarios (petróleo, cobre, hierro, estaño), los términos de intercambio desigual han logrado por mucho tiempo mantener precios que no reflejan los servicios ambientales relacionados con la producción de materias primas y tampoco expresan su natural tendencia al agotamiento del “capital natural” o, mejor dicho, del patrimonio natural.

El deterioro de los términos de intercambio fue estudiado por la escuela estructuralista, en la primera mitad del siglo pasado, con el brillante economista argentino Raúl Prebisch a la cabeza. Para los estructuralistas latinoamericanos, las relaciones políticas y económicas desiguales, en el mundo, provocaban que los países del Sur exporten más recursos naturales o alimentos para obtener la misma cantidad de productos industrializados o bienes de capital importados de los países del Norte. ¡Más cajas de banano para comprar el mismo tractor!

Sostenibilidad: intento de definición

Hacer sostenibles a todos los seres: aquí se trata de superar radicalmente el antropocentrismo. Todos los seres emergen del proceso evolutivo y gozan de valor intrínseco, independientemente del uso humano. 



Leonardo Boff / Servicios Koinonia

Hoy en día hay un conflicto entre las distintas maneras de entender la sostenibilidad. Es clásica la definición del Informe Brundland de la ONU (1987): Desarrollo sostenible es el que atiende las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para atender a sus necesidades y aspiraciones. Este concepto es correcto pero tiene dos limitaciones: es antropocéntrico (sólo considera al ser humano) y no dice nada sobre la comunidad de vida (otros seres vivos que también necesitan biosfera y sostenibilidad). Voy a tratar de hacer una formulación lo más integradora posible:

Sostenibilidad es toda acción destinada a mantener las condiciones energéticas, informacionales, físico-químicas que hacen sostenibles a todos los seres, especialmente a la Tierra viva, a la comunidad de vida y a la vida humana, buscando su continuidad, y atender también las necesidades de la generación presente y de las generaciones futuras, de tal forma que el capital natural se mantenga y se enriquezca su capacidad de regeneración, reproducción y ecoevolución.

Expliquemos, rápidamente, los términos de esta visión holística.

Che, un hombre nuevo (video)

CHE, UN HOMBRE NUEVO es un documental del realizador argentino Tristán Bauer, ganador del Premio al Mejor Documental en el Festival de Cine de Montreal 2010. Con guión de Bauer y Carolina Scaglione, la obra explora la vida y obra de Ernesto Guevara. La intención de sus autores ha sido generar un viaje a través de la memoria, el pensamiento y la poesía del guerrillero. Por primera vez en la historia, su mujer Alina y sus hijos ceden la documentación más íntima con la que jamás nadie antes había contado. Escritos, grabaciones y narraciones literarias que nos presentan a Ernesto Guevara en su dimensión más poética y humana. A su vez, el Gobierno Cubano aporta 20 horas de imágenes inéditas hasta ahora nunca vistas.

CHE, UN HOMBRE NUEVO es una coproducción entre Argentina (Universidad Nacional del Gral San Martín y el INCAA), Cuba (Centro de estudios Che Guevara y el ICAIC) y España (Golem). Además, cuenta con la participación de Televisión Española. (http://cheunhombrenuevo.blogspot.com/)

sábado, 21 de enero de 2012

Dos casos centroamericanos: Nicaragua y Panamá

Situados cada uno en las antípodas ideológico-políticas, Nicaragua y Panamá encarnan dos modelos distintos de desarrollo, y se emparentan cada uno por su lado con tendencias más generales que se expresan hoy en América Latina.

Rafael Cuevas Molina / Presidente AUNA-Costas Rica

rafaelcuevasmolina@hotmail.com

(Fotografía: el presidente panameño Ricardo Martinelli y el exmandatario colombiano Alvaro Uribe, afinidades políticas de una tendencia latinoamericana)

En efecto, Nicaragua se encuentran alineada con las propuestas emanadas de la ALBA, e impulsa una versión agiornada del original planteamiento revolucionario del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de los años 80. A pesar que la beligerancia de otrora conoce un atemperamiento manifiesto, se ha ganado la hostilidad no solo de los Estados Unidos sino también de varios países de la Unión Europea.

Las críticas que le hacen estos países se refieren, casi exclusivamente, a los procesos electorales que han tenido lugar en el 2010 y el 2011, los cuales califican de viciados y corruptos. Las acusaciones no son muy diferentes a las que se le hacen a Evo Morales, Rafael Correa y Hugo Chávez: como en estos países las fuerzas progresistas han decidido participar en el juego electoral y han recibido un fuerte apoyo de la población, se cuestiona la limpieza de los comicios en los que participan.

No hay uno solo de ellos al que no se le tache de populista con tendencias autoritarias, y se le acuse de maniobrar para eliminar la separación de poderes del Estado.

Nicaragua ha sido objeto de sanciones que han limitado la colaboración extranjera. Alemania ha sido la última en anunciar esta semana que termina que reducirá en un 50% su colaboración, es decir, en aproximadamente $15 millones.

Sanguinetti y los “populistas”: otra vez, civilización o barbarie

El expresidente uruguayo, Julio María Sanguinetti, deja al descubierto uno de los temores que anidan en la mentalidad de los grupos dominantes en nuestra América: les horroriza que la democracia, por fin, empieza a ser vivida y reclamada por los pueblos como espacio permanente de construcción y participación colectiva, y no como diálogo entre los poderosos que pactan en las sombras.

Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica

(Fotografía: el expresidente uruguayo Julio María Sanguinetti)

El expresidente uruguayo Julio María Sanguinetti, desde su nueva trinchera política en el diario español El País, presentó al mundo una visión casi apocolíptica de los gobiernos y procesos políticos de América del Sur, en un artículo plagado de omisiones y prejuicios titulado “La sombra populista” (09-01-2012).

Padre fundador del Círculo de Montevideo, organización privada de la que son eximios miembros, entre otros, los expresidentes Oscar Arias, Álvaro Uribe y Ernesto Zedillo; el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza; y el magnate mexicano de los negocios, Carlos Slim; Sanguinetti recurre a un guión de terror para describir el peligro que, desde su perspectiva, encarnan los líderes populistas latinoamericanos –los nuevos bárbaros que aparecen en Venezuela, Ecuador o Argentina- para la civilización forjada durante décadas por oligarquías que tenían los pies en América Latina, pero la cabeza en París y Miami.

Sigue el ruido Abajo y a la Izquierda

Desde el 30 de diciembre de 2011 y hasta el 2 de enero de 2012 se reunieron representantes de movimientos sociales antisistémicos de todo el mundo en San Cristóbal de las Casas, Mexico. La principal motivación fue la conmemoración de los 18 años del levantamiento indígena Zapatista. El encuentro contó con la presencia de líderes populares que debatieron en torno de los límites del capitalismo, la creación de formas alternativas de democracia y los modos de comunicar las diferentes luchas de Occidente. ¿La consigna? “¡Estamos hasta la madre!”

Victoria Darling / Especial para Con Nuestra América

Con la presencia de dirigentes de movimientos sociales y políticos de Mexico, Chile, España, Estados Unidos, Francia y Grecia, se desarrolló en el estado mexicano de Chiapas, el II Seminario internacional de reflexión y análisis: “Planeta tierra: movimientos antisistémicos”.

Los debates giraron en torno de los levantamientos que vienen ocurriendo a escala mundial y sus vínculos, se afirma que los alzamientos populares en Túnez y en Grecia, los “indignados” de España así como los jóvenes de Wall Street están demostrando su hartazgo hacia un capitalismo corporativo profundamente injusto. Jérome Baschet, doctor en Historia por la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales de París comentaba: “El movimiento mundial ha surgido como un cruce de todas las luchas: la lucha contra el despojo de bienes materiales, de tierras, de formas de vivir, de capacidad de decidir. Es un movimiento que convoca a todos los que se sienten desposeídos”.

Y en la misma tónica, Boaventura de Sousa Santos -sociólogo director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra, Portugal- declaraba que no se puede mirar desde la izquierda y luchar contra el capitalismo sin tomar como referente al EZLN y la lucha que comienza en todo el mundo con el levantamiento indígena de las montañas del sureste mexicano.

Guatemala: Las osamentas de Comalapa

En la inmensa mayoría de países del planeta, el macabro hallazgo de cientos de osamentas humanas en los terrenos aledaños a un Destacamento Militar hubiera sido noticia espectacular y por largo tiempo. En un país de memoria débil como Guatemala, esta monstruosidad, rápidamente pasa al olvido.

Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América

Desde Puebla, México

A lo largo de estas semanas me he estado refiriendo al tema del genocidio y de las violaciones a los derechos humanos en Guatemala. He recibido comentarios críticos de lectores y lectoras que me recriminan el olvidar que “los guerrilleros no eran blancas palomitas”. En efecto no lo eran, porque si lo hubieran sido no se habrían enfrentado a tiros con uno de los ejércitos contrainsurgentes más avezados del continente. Pero al mismo tiempo que recibía estos comentarios que agradezco, la familia del ingeniero Sergio Linares Morales me ha hecho llegar información sobre las condiciones en las cuales fueron encontrados sus restos en las inmediaciones del Destacamento Militar de Comalapa, Chimaltenango.

En 2003 según me dicen, Rosalina Tuyuc recibió informaciones de que en algún lugar distante 300 metros de dicho destacamento, se tenían noticias de la existencia de cementerios clandestinos. En el informe oficial sobre el caso de Sergio, la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAG) indica que en 2003 comenzó las labores de exhumación y encontró los restos óseos de 220 personas. Los restos de Sergio Linares Morales fueron encontrados en una de las aproximadamente 52 fosas que existían en el lugar, en la cual también se encontraban los restos de otras cinco personas las cuales se presume fueron asesinadas al mismo tiempo y lanzadas a dicha fosa. Una de las cinco osamentas, además de la de Sergio Linares Morales, corresponde a quien en vida fuera Amancio Villatoro, líder sindical de la Fábrica de Chicles Adams. Por ello se presume que los restos de estas otras personas pueden corresponder a los de algunos de los 183 capturados que aparecen en el llamado Diario Militar.

José Carlos Mariátegui y Ollanta Humala Tasso

¿Dónde queda el tan pregonado ascetismo ideológico del nuevo programa de gobierno de Ollanta Humala? ¿Puede existir tecnocracia exenta de ideología? ¿Dónde quedan los partidos de izquierda que acompañaron la concertación? ¿Quedan a la espera de otro mesías a quien subírsele al coche, sin posibilidad de formular una propuesta propia y alternativa para los nuevos tiempos?

José Toledo Alcalde / Especial para Con Nuestra América

Desde Lima, Perú

“Con los restos del Amauta, fueron sepultadas también sus ideas”. Aníbal Quijano.

En el Perú de todas las sangres[1] del siglo XXI no podríamos insistir en que el problema socio-económico principal comprende a las tres razas señaladas por José Carlos Mariátegui (1895-1930, en adelante Amauta): la indígena comprendida por los indios incásicos y aztecas, los indígenas sevícolas y la raza negra. Aunque la persistencia de la exclusión social insiste en anclarlo a un pasado expoliador.[2] Sin llegar a afirmar la existencia de una síntesis de razas el Amauta no excluyó de su análisis los grupos étnicos, que al igual que el originario andino y selvático sufría la opresión del colonizador: “Los indígenas y negros están en su mayoría, incluidos en la clase de obreros y campesinos explotados, y forman la casi totalidad de la misma”.[3] Para esta reflexión nos referiremos básicamente al artículo “El Progreso Nacional y el Capital Humano”.[4]

Aquella síntesis de todas las razas – a la que aludió el político argentino Alfredo Lorenzo Palacios (1881-1965)- la encontramos en nuestro tiempo con mayor esplendor que en los tiempos del Amauta. Esa densa capa indígena[5] a la cual el Amauta señaló como extraña al proceso de formación de la peruanidad, no es más extraña ni ajena, asumió desde hace mucho su rol transformadoramente histórico en el proceso de construcción de una identidad sólida y soberana al margen de influencias caprichosamente colonizadoras. Intentaremos sumergirnos en las entrañas del artículo del Amauta - que intitula esta reflexión - y desde allí contrapuntear el anhelado sueño de inclusión social que hizo parecer a Ollanta Humala Tasso como el nuevo adalid de inspiración andino-nacionalista. Hablamos de un Perú y una América Latina de todas las sangres.

Ecuador: Quinto aniversario de la Revolución Ciudadana

Ecuador conmemora los 5 años del gobierno de Rafael Correa. Tras una serie de presidentes que, a lo largo de una década, no pudieron siquiera terminar sus mandatos, por el repudio popular, Correa consigue una estabilidad institucional y legitimidad por el apoyo popular, que ningún otro presidente había conseguido en la historia del país.



Artículo relacionado: Rafael Correa: “No hemos podido cambiar el modelo de acumulación”

Emir Sader / ALAI

En el auge de la euforia neoliberal, algunos gobernantes dolarizaron sus economías, en medio de la crisis financieras, creyendo que con el sello del billete verde vendrían todas las bondades que el Imperio promete.

El Salvador y Ecuador fueron víctimas de ese embuste. (El otro país que usa el dólar es Panamá, país postizo, creado por la inducción de Estados Unidos para que la región norte de Colombia se separara y se prestara para la construcción del Canal de Panamá, con moneda también impuesta por Estados Unidos)

El Salvador y Ecuador fueron inmediatamente afectados por el resquebrajamiento aún mayor de sus economías y por las enormes olas de inmigración hacia Estados Unidos y Europa. Los países renunciaban a hacer política monetaria –su Banco Central pasó a ser la Reserva Federal de Estados Unidos-, sin tener beneficios, sólo efectos negativos.



Años después, los dos países están presididos por gobiernos progresistas –Rafael Correa en Ecuador, Mauricio Funes en El Salvador–; también por las dramáticas consecuencias de esas políticas neoliberales.



Desarrollo, postextractivismo y “buen vivir”

La necesidad de ensayar una salida para después del extractivismo se vuelve indispensable. Por un lado, ese esfuerzo tiene un sentido de urgencia, en tanto distintas comunidades locales sufren los impactos sociales, ambientales y económicos de los emprendimientos extractivistas. Por otro lado, esa tarea es inevitable. Recursos, como los mineros o los petroleros, se agotarán inevitablemente.

Eduardo Gudynas / Revista Pueblos

El desarrollo contemporáneo ha sido uno de los grandes mitos del siglo XX. Representó tanto el sueño de una vida mejor para millones de personas, como una legitimación teórica y práctica para diseminar en todo el planeta la creencia en el crecimiento económico. Esa postura también está profundamente arraigada, asumiéndose que las economías nacionales, y por lo tanto la economía planetaria, podrían crecer por siempre en un proceso de expansión perpetua.

Estas íntimas vinculaciones entre las ideas de progreso, desarrollo y crecimiento se generaron en las primeras décadas del siglo XX, y cristalizaron hacia mediados de la década de 1940.

Sin embargo, por lo menos desde mediados de los años sesenta, comienzan a sumarse las críticas y advertencias sobre esos postulados. Por un lado, se señalaron los llamados límites sociales, tales como las tensiones en las aglomeraciones urbanas, la segregación impuesta por los ingresos monetarios, o la marginación espacial donde los pobres se arrinconan en unos barrios mientras los ricos se protegen en otros.

Brasil trascendió a la multipolaridad y México se estancó en la unipolaridad

México se encuentra ausente de las grandes jugadas de los mandatarios de Sudamérica en sus variantes del ALBA y UNASUR. Peor aún: se arroja insensatamente a los brazos del militarismo de Estados Unidos, llevándolo a la incrustación del “México neoliberal”, en la fase calderonista, al desquiciante Plan México: un clon del Plan Colombia.

Alfredo Jalife-Rahme / LA JORNADA (México)

El asombroso éxito de Brasil en la primera década del siglo XXI se suele atribuir en forma hiperreduccionista al rubro geoeconómico y deja de lado la toma de decisiones de gran trascendencia geopolítica que colocaron al gigante sudamericano en los primeros sitiales del planeta.

En forma relevante el dos veces canciller Celso Amorim –en la fase de Itamar Franco (etapa de unipolaridad estadunidense), de 1993 a 1995, y en la “era Lula”, de 2003-2011– revela en un luminoso ensayo en America’s Quarterly (“Reflejos sobre el crecimiento global de Brasil”, primavera de 2011) la “imaginación” de su país, que entendió la dinámica del nuevo orden mundial en su travesía de la caduca unipolaridad a la incipiente multipolaridad y a cuya lectura se adelantó un año antes el equipo de Lula (“El éxito de Brasil y el fracaso del México neoliberal panista”; Contralínea, Radar Geopolítico, 22/5/11).

No es igual la toma de decisiones por la misma persona en dos fases distintas de la geopolítica global. Mientras Brasil se arriesgó temerariamente en 2003 al pronunciarse contra la invasión de Estados Unidos a Irak, el “México neoliberal panista” profundizaba su relación bilateral con la otrora superpotencia unipolar: aquí se comenzó a escribir el diferente destino de los dos países de Latinoamérica.

La segunda guerra fría y América del Sur

Si el objetivo de Estados Unidos frente a China consiste en “poner de rodillas a su economía, mediante el bloqueo de sus vías de suministro de energía”, esa política -que no es nueva- es de hecho un anuncio para el resto del mundo. Recordemos dos hechos: Sudamérica aporta el 25 por ciento del petróleo que importa Estados Unidos y los mayores descubrimientos de crudo en la última década están en aguas territoriales brasileñas.

Raúl Zibechi / ALAI

La “guerra contra el terror” inaugurada por George W Bush tras los atentados del 11 S, está siendo desplazada por la “contención” de China, la nueva estrategia delineada por el Pentágono para cercar y, eventualmente, ahogar a la potencia asiática, con el objetivo de mantener la supremacía global. El último viraje del imperio involucra de lleno a Sudamérica.

Noviembre fue el mes en que se plasmó el cambio de rumbo. “En nuestros planes y presupuestos para el futuro, vamos a asignar los recursos para mantener nuestra fuerte presencia militar en esta región”, dijo Barack Obama el 17 de noviembre ante el parlamento australiano. En la edición de noviembre de Foreing Policy, la secretaria de Estado Hillary Clinton hizo algunas precisiones. “Durante los últimos diez años hemos dado ingentes cantidades de recursos a Irak y Afganistán. En los próximos diez años, debemos ser inteligentes acerca de dónde invertimos nuestro tiempo y energía, de forma que logremos la mejor posición posible para mantener nuestros liderazgo”.

En la próxima década, según Clinton, Estados Unidos realizará la mayor inversión “diplomática, económica, estratégica y demás, en la región Asia-Pacífico”. Como en toda estrategia estadounidense, lo militar y lo económico forman una sola política. En lo inmediato, se adelanta el despliegue de 250 infantes de marina en Darwin (norte de Australia), hasta alcanzar los 2.500 militares. Hasta ahora el Pentágono cuenta con bases en Japón, Corea del Sur, Taiwán y Guam, pero al establecerse en Australia forma una tenaza sobre la salida de China al océano Pacífico. Esta política forma parte del objetivo no declarado de formar una “OTAN del Pacífico” para presionar y cercar a China.

Colonialismo, democracia e izquierdas

Como la derecha sólo se preocupa por la democracia en la medida en que ésta sirve a sus intereses, hoy las izquierdas son la gran garantía de salvación para la democracia. ¿Estarán a la altura de la tarea? ¿Tendrán el coraje de refundar la democracia más allá del liberalismo?

Boaventura de Sousa Santos / Página12

Las divisiones históricas entre las izquierdas fueron justificadas por una imponente construcción ideológica pero, en realidad, su sostenibilidad práctica –es decir, la credibilidad de las propuestas políticas que les permitieron atraer seguidores– se basó en tres factores: el colonialismo, que permitió el desplazamiento de la acumulación primitiva del capital (a través del despojo violento, con incontable sacrificio humano, muchas veces ilegal y siempre impune) hacia fuera de los países capitalistas centrales donde se libraban las luchas sociales consideradas decisivas; la emergencia de capitalismos nacionales con características tan diferentes (capitalismo de Estado, corporativo, liberal, socialdemocrático) que daban verosimilitud a la idea de que habría alternativas para superar el capitalismo; y, finalmente, las transformaciones que las luchas sociales fueron produciendo en la democracia liberal, permitiendo alguna redistribución social y separando, hasta cierto punto, el mercado de las mercancías (los valores que tienen precio y se compran y venden) del mercado de las convicciones (las opciones y los valores políticos que, al no tener precio, no se compran ni se venden). Si para algunas izquierdas esa separación era un hecho nuevo, para otras era un engaño peligroso.